UN INSTRUMENTO DE TORTURA

Lo reconocí inmediatamente al llegar y al verme se tomó el miembro a través de la ropa, se le veía duro...

Había mucha gente y cuando me le acerqué me rechazo con poca convicción, al ratito se puso de pie, yo regresé, me paré de espaldas a él y me le acerqué ofreciéndole el trasero, su mano se metió en la ranura de mi culo y se hizo camino hasta la entrada de mi ano acariciándolo con valentía, como un verdadero macho...

-¡Métemela!-

-Aquí no, hay mucha gente-

Se sentó y sacó su miembro para dejarlo respirar, era grande y me dió la sensación de ser un verdadero instrumento de tortura, uno de esos que cuando se clavan le dan a uno un tormento fuerte y prolongado, lo tomé con la mano y al sentir su fuerza y calor no pude contenerme...

Me arrodillé frente a él y extraje con mi boca hasta la última gota de su semen...