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Selvio

Nuevo Lugar

Por recomendación de otro pasivo en uno de los lugares de encuentros me enfilé a un lugar desconocido para mi en el área de Los Angeles, un lugar con pantallas de porno y dentro del cual se puede ligar.

La primera vez que fui fué muy productivo, parecía que los hombres me habían estado esperado, uno de ellos reconoció mi personalidad de pasivo de culito abre facil y me encaminó a uno de los cubículos con pantalla y un silla.

Yo me senté mientras el se abria la bragueta para dejar salir su carnoso miembro, con muchas ansias acerque mi boca y lo recibí dentro de ella, su miembro era mas bien grueso y casi de inmediato se empezó a endurecer, mi lengua lo masajeo, mis labios lo atraparon para succionarlo y ambos disfrutamos de ese milenario juego por unos minutos.

El hombre paseaba sus ásperas manos por mi nuca, mi cuello y mi espalda, luego pasaron a mi pecho, buscado la redondez de mis tetillas, eso me excitó mucho, me desbroché el pantalón y me descubrí el trasero asegurándome de que el hombre se diera cuenta de mis intenciones, de mi bolsillo saqué un condón y se lo puse ajustándolo con mi boca.

Una vez enfundado en el preservativo el hombre tomó mi cintura, yo me levanté y me voltee para ofrecerle mi trasero, me incliné sobre la silla con los pantalones a la altura de mis muslos, me ensalivé el ano y el hombre puso la punta de su miembro a la entrada de mi culo y me empezó a penetrar, poco a poco me abrió y me lo metió hasta el fondo haciéndome gemir, eso lo excitó aún más y comenzó a moverse con ese ritmo que los machos usan para embarazar a sus hembras, fueron momentos de increible placer, lo sentí gozar al hacerme gozar, lo sentí eyacular soltando tres lechazos entre convulsiones de placer, me la sacó, se arrancó el condón, se acomodó el pantalón y salió del cuartito dejándome con las nalgas y las piernas temblando y el corazón palpitando alocadamente... 

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