Blogia
Selvio

Juanito

 

Anoche recordé a Juanito, a su perfecto miembro, grueso, largo y firme. Lo conocí en el lugar de los encuentros y un buen día le dí mi número. Pocos días después me llamó, llegó a mi departamento y desde ese día se le hizo habitual visitarme hasta dos veces por semana...

- ¿Cómo estás amor? ¿puedo verte al rato? 

Esas eran sus llamadas, mi corazón brincaba de emoción al oírlo y con prisa mi mente revoloteaba buscando una excusa para poder escaparme temprano del trabajo o tomar un almuerzo largo para poder ir a pasar un rato con ese hombre...

A veces yo llegaba primero y lo esperaba completamente desnudo, él llegaba, me daba su miembro en la boca, yo lo besaba, lo lamía, lo chupaba y lo sentía ponerse duro, entonces colocaba un anillo de metal en la raiz de su fierro, las venas se le marcaban aún mas y entonces yo me montaba sobre el sofá, abriendo las piernas y ensalivándome el culo...

- Métemela despacito, no me vayas a lastimar

Acomodaba entonces la punta de su trozo de carne a la entrada de mi cuerpo y poco a poco me hacía dilatar mi ano, poco a poco entraba en mi intimidad y me iba llenando de placer, mis ojos se cerraban y mi boca se abría en gemidos ahogados por que, aún enmedio de tanto morbo y lujuria, me preocupaban los vecinos...

- Dale papi, dale, uy que rico

Las frases de siempre pero siempre espontáneas y sinceras

- Toda amor, métemela toda, así, así

- Bájate al piso y para ese culito para cogerte como perra

Entonces yo, obediente, me ponía en cuatro, levantaba mi trasero y ponía una de mis mejillas sobre la alfombra, el hombre se plantaba sobre el piso, con la mirada orientada al lado opuesto de mi cabeza para que su miembro entrara desde arriba y haciendo palanca al penetrarme al revés...

Así llegaba a rincones virgenes de mi interior, gozabamos juntos por lo menos hora y media, eran tiempos felices...

Síganme en twitter @corazonselvio (_!_)

0 comentarios