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Selvio

Mi Segundo Encuentro Con Dylan

Me mandó un mensaje de texto preguntando si podía verme, por supuesto que le dije que sí, que llegara en veinte minutos

-Pero esta vez solo quiero que me la mames y venirme en tu boca ¿quieres?

-Claro, acá te espero

Llegué al depratamento y de inmediato me asee por allá atrás por que yo conozco mis poderes de seducción al tener a un macho a mi merced...

Dylan llegó y no siquiera tocó a la puerta, solo la abrió y entró a la sala, yo lo esperaba desnudo, se bajó los pantalones y yo me arrodillé frente a él para tomar su miembro entre mis labios, sin usar las manos, él estaba semi erecto y con la humedad y calor de mi cavidad bucal lo hice alcanzar una completa erección, sin dejar de gozar de mi boca él se las arregló para seguir desnudándose...

Luego se sentó en el sofá mientras yo seguía prendido de su miembro como becerro de pocos dias, su mano se alargó para acariciar primero uno de mis pechos y luego mis nalgas, me contorsioné para acercarle mi trasero sin dejar de gozar de su erección con mis labios y mi lengua, su mano desrcibió la redondez de mis nalgas y uno de sus dedos se metió en mi ano...

Hice algunas contracciones anales para atrapar su dedo, sentí su miembro endurecerce mas ante esas inesperadas caricias de parte de mi ano, luego coloqué mi espalda en el sofá con mi cabeza colgando de la orilla para que me penetrara de esa manera, el hombre entendió mi propuesta e introdujo su virilidad en mi boca llegando a mis anginas, se esa forma su mirada quedo frente a mi miembro que parecía ofrecerce para un sesentaynueve...

Me prrguntó que si me gustaba eso del 69, le dije que sí, aunque casi nunca lo hago, entonces lo sentí hacermelo, lo disfrutamos unos minutos, despued de los cuales juzgué prudente ofrecerme para que me diera de manera anal...

me puse de ladito sobre el sofá, la primera vez que nos vimos le pregunté que posición había disfrutado mas al tomar mi culito y me lo pidió así, de la ladito en el sofá... entonces la verme así de nuevo tomó mi nalga derecha con su mano, la separa de la otra para mirar la abertura de mi ano y por ahí deslizar su durísimo miembro en mi interior...

Ese fué el principio de una antología de posturas y un concierto de gemidos que duro cerca de una hora...

Yo sabía que él volvería despues de la primera vez pero ahora sé que será uno de mis machos regulares...

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