QUE GUSTO VOLVER A VERLO:
Ahora que mi Moreno me hace feliz cada semana, me propuse ensayar un poco de fidelidad, pero el Lunes no pude resistir asomarme a la video tienda, sólo para ver quien estaba... Increible mi sorpresa al encontrarme con Atlante [ver mi diario Miércoles Marzo 31, 2004 Hora: 6:00 - 7:00 PM], es un hombre delicioso e incansable, al igual que aquel día que lo conocí, me hizo suyo y me llenó de gran placer...
De igual manera fuimos interrumpidos varias veces pero el resultado final fue bien, bien agradable...
Para los que no quieran consultar mi antiguo diario, reproduzco parte de lo que ocurrió aquel Miercoles de Marzo:
Me paré a descansar en un casillero y[...] ví a un Mexicano de peso y tamaño regulares, estaba muy serio pero se notaba que la tenía parada, la verdad es que tenía cierto atractivo que no sé describir pero su magnetismo me hizo acercármele y acariciarle el miembro a traves de la ropa, lo hice en uno de los casilleros que estan más a la vista general, tanto me atrajo que no me importó hacerlo ahí. Lo ví casi como si fuera un gigante uno de esos Atlantes de la Mitología Mexicana, así que voy a llamarlo Atlante.
Lo invité a acompañarme al rincón y él aceptó, al llegar me dejó saborear con la mano, con la mirada y finalmente con la boca su precioso instrumento de varón, se lo mamé por unos segundos, era de tamaño y grosor regulares, casi acercándose a grandes, lleno de ansiedad le pregunté:
-¿Me la metes?- y él aceptó con un casi inexpresivo
-Sí-
Le dí un condón y me preparé para gozarlo, me planté frente a él y con gran cuidado y lentitud me penetró haciendome gozar de cada centímetro de su duro y caliente miembro, me tomó por las ingles y me comenzó a bombear con ritmo creciente, cogida tras cogida me llenaba de placer, cada una de sus embestidas era un estallido de gozo electrizante dentro de mi tunel rectal, me lo hizo por larguísimos minutos y en eso sonó la alarma y tuvimos que separarnos...
Cuando ví que no había peligro fui a buscarlo otra vez, se la volví a acariciar por que había perdido su erección, volvimos al rincón se la volví a mamar para que se le parara pero la alarma volvió a sonar y se volvió a ir...
Nuevamente lo busqué y esta vez logré que se le parara de nuevo, le entregué mi último condón y luego me volví a entregar a él, Atlante me la volvió a meter con la misma técnica que utilizó minutos antes y me volvió a llevar a límite del placer, por largos minutos volvió a culearme y esta vez hubo un par de mirones que nos cuidaron cada vez que sonó la maldita alarma, esta vez no paramos y su verga bien parada se metió hasta los rincones más sensibles de mi cuerpo haciéndolos vibrar, yo no podía dejar de gemir de gusto y tener esa verga metida hasta el fondo me hizo hablar y decirle muchas cosas al gigante que me estaba tomando como si yo fuera su mujer:
[...]
No sé cuanto tiempo me la dió pero lo hizo hasta que los dos sudamos y tuvimos que parar por que la alarma no paraba de sonar, total que la pasamos muy bien pero tuvimos que dejarlo así, yo tenía que irme y además ya no tenía condones, pero quedamos de vernos pronto.
4 comentarios
el sexo -
elcurioso -
Saludos.
Juan -
Me encanta tu forma de describir. Me ponen muy caliente tus escritos...
Un besoooo :)
Shiva -