Sin Condon con Leo [solo adultos]
Me lo había pedido muchas veces...
-Déja que te la meta sin condón, déjate coger sin condón- Muy renuentemente accedí despues de varios encuentros con Leovigildo...
Ya estábamos en la cama de debil colchón de aquel hotel de paso... un cogedero barato...
Ambos gozábamos la situación... Leovigildo arremetía sin piedad y mi culo dilatado pedía más... nuestra comunicación era de solamente jadeos y gemidos... mientras él me agarraba de la cintura y me nalgueaba con la palma de su mano, yo sentía el ardor en mi culo de su verga enteramente inchada... mi rostro presionaba el cojín que olía a cloro... tenía los ojos cerrados y me mordía los labios de placer...
Lo sentía entrar y salir de mi cuerpo, deslizarce con la facilidad que mi lubricante favorito proporciona, ademas no había cauchito que opusiera resistencia alguna...
Su respiración de macho en celo era cada vez mas agitada... su verga se inflamó hasta estallar y un gruñito de bestial placer anunció su inminente venida... la ansiada eyaculación... mi culito sintió feliz el calor ardiente de ese líquido impregnandome por dentro... Leovigildo me metía su verga con mayor fuerza... su espesa y caliente leche llegaba hasta lo mas profundo de mi recto, de mi alma, de mi ser...
Una fuerte sensación de placer y humedad invadió el interior de mi culo... el hombre se vaciaba dentro de mi... me sentí lleno... me sentí satisfecho... mi ano palpitaba... mi corazón latía a mil por hora, yo también me había eyaculado por el placer obtenido... había regado mecos sobre la sábana blanca... ni siquiera me había tocado... el frotar mi verga con la sábana acompañando los movimientos de Leovigildo habían hecho que me viniera...
Lentamente y con cuidado Leo extrajo su miembro de mi culo... había comenzado ya a perder su erección... estaba cubierta de semen... la frotó contra mis nalgas para limpiarla... la acercaba al culo y jugaba con él... Mi culo se cerraba poco a poco... Yo gozaba y sonreía al sentir con gusto como sus mecos se deslizaban en mi interior... mi ano estaba lleno de esa leche caliente... sentía una mezcla de dolor y placer... me acomodé sobre el colchón y sentí como hilos de leche blanca chorreaban de los bordes de mi enrojecido anillito... comenzaron a caer por mi entrepierna... me dolía un poco el ano por las embestidas que había recibido y con mi dedo lo dilaté para dejar salir blancos y pequeños chorritos de jugo seminal...
Sería un mentiroso si dijera que no lo disfruté... caí rendido... me acosté tratando de recobrar el aliento mientras veía como Leo se metía a la regadera... Me dormí por unos minutos con el culo todavía pulsante y chorreante de ese dulce semen...
3 comentarios
mike -
Juan Camaney -
Diana -