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Selvio


Tres

<hr>Tres

El jueves pasado, pasé a la tienda por la mañana y se me escapó Ken, mas bien me lo robaron, se la estaba mamando, sus manos acariciaban mis nalgas y comenzaba a bajarme los pantalones cuando llegó un jovencito a mirar, en un segundo que me descuidé el jovenzuelo ya se la estaba mamando a Ken y me acariciaba los huevos a mí...

Entonces Ken lo volteó y le clavó su magnífico falo por el culo, el muchacho entonces buscó mi miembro para llenar su boca y así terminamos nuestro encuentro, sólo que yo estaba en la posición equivocada, ni modo, a veces no resultan las cosas como uno quisiera...

Por la tarde pasé de nuevo y esta vez encontré a un Americano que me dió a mamar su miembro, sus manos llegaron a acariciarme tímidamente una nalga y lo sorprendí bajándome los pantalones y dándole acceso a la ranura entre mis nalgas, sus dedos ansiosos buscaban abrigo y presión a la entrada de mi ano, le puse un condón y de un sólo movimiento me senté sobre su erecto falo recibiendo la dolorosa estocada inicial con gusto...

Mi ano se abrió y comenzó a recibir la firme visita de pulgada tras pulgada del colorado falo de ese gabacho cachondo que me afianzó por la cintura, se levantó y me culeó con la pasión de los machos que tienen días sin coger...

A los pocos minutos su jadeo se convirtió en bestial gruñino y sentí los borbotones de semen llenar el condón que separaba la piel de su pene y el interior de mi recto...

-Gracias- me dijo y se fué...

Todavía no me reponía de la cogida cuando mi celular sonó, era un amigo Mexicano que no me llamaba desde hacia un par de meses, quería verme y quedamos de vernos en casa de Angel. Angel vive como a 20 minutos de la tienda, en el camino volvió a sonar mi celular era Mr Yang un Asíatico que conocí la semana anterior, le había dado mi número, aquella vez sólo se la pude mamar en su auto pero prometió llamarme para hacerlo todo y estaba cumpliendo, también lo invité a casa de Angel...

Esperé por unos minutos y llegó el Mexicano, entramos al apartamento y se sentó en el sofá, yo me inqué frente a él y extraje con cuidado su miembro de entre sus boxers, tenía un poco de líquido pre-seminal en la punta, lo lamí con la lengua y lo saboree golosamente, esta saladito, poco a poco su miembro fue poniéndose duro, acaricié mi garganta con la punta, no es muy largo, apenas llega a la entrada de mi garganta, pero esa sensación le arrancaba gemidos de placer al macho, luego mi lengua recorrió sus íngles y sus grandísimos huevos, creo que los tiene desproporcionalmente más grandes que lo que correspondería al tamaño de su falo, uno a uno me los metí en la boca y jugué con ellos, después de unos deliciosos minutos, le puse un condón...

Al ver el condón los ojos de mi amigo se iluminaron, como entre juego y sinceridad me preguntó
-¿Quieres que te la meta?-
-Sí papacito- le dije mientras me acoplaba al sofá ofreciéndole mi trasero, mis nalgas y mi culo semiabierto para que me penetrara a su gusto...

El muy cabrón me la metió de un solo golpe y me arrancó un gemido de dolor, al oírme sufrir se detuvo un poco y comenzó a hacerlo con mayor cuidado, me rico sentirse penetrado con ese cuidado, ya abierto mi ano pudo gozar de cada centímetro de ese miembro que aun siendo de tamaño modesto, tenía una dureza que enardecía la entrada de mi hoyito acariciando las terminales nerviosas y llenádome de placer...

Buen rato gozamos hasta que el macho terminó y volví a sentir esa linda sensación de un miembro explotando dentro de mí, perfectamente sentí cuando le salió un chorro de leche y su cuerpo se estremeció de placer...

Casi al mismo tiempo y mientras gozábamos del abrazo después del orgasmo mi celular volvió a sonar, era Mr Yang que estaba cerca y quería saber el lugar exacto donde nos ibamos a encontrar...

El Mexicano se vistió, me agradeció el buen rato pasado y se despidió prometiendo llamarame otro día, yo salí a recibir a Mr Yang...

Mr Yang tiene mas o menos mi estatura, su miembro no es muy grueso pero es largo y logra una erección bien firme, el grosor de su miembro es perfecto para la entrada de mi garganta, me lo puede meter y ambos gozamos de esos momentos en los que me ahoga con su erecto falo...

Mientras yo me tragaba su verga sus manos acariciaba mi cabello, mi nuca y mi espalda, por momentos me metía la verga hasta el fondo y sus manos pasaban de mi nuca a mis pechos, por unos minuto se concentró en acariciarme los senos, después con mi vicioso deseo le acomodé un condón con sabor a chocolate, me puse en posición de perrito y le animé a penetrarme...

Con un poco de timidez colocó la punta de su lanza a la entrada de mi ano y empujo despacio para hacer que se abriera, con gran ansia mi ano se abrió y dió acceso a los largos centímetros de la verga de Mr Yang, que con cada empujoncito gozaba y me hacía gozar...

Sus manos explaraban cada rincón de mi cuerpo, a ratos mis hombros, mis muslos, mis pantorrilas, mis costados, mis pechos, mi espalda, mis nalgas, mis íngles, el calor ambiental era grande y a los pocos minutos comenzamos a sudar, al humedad de nuestros cuerpos hacía nuestra piel mas y mas sensible, ¡ah! que placer hacer el amor así, si miembro de deslizaba dentro y fuera de mi recto, por momentos cambiaba el ángulo en que me penetrba llegando a rincones inimaginables de mi recto ¡Este Señor sí que sabe coger!...

Terminó por eyacular dentro de mí y en lugar de soltarme, me abrazó con mayor fuerza y gozamos de nuestros cuerpos mojados en sudor abarazados por unos minutos mas, nos dimos un regaderazo y sin tomar mayor descanso volví a chuparle la verga, volví a ponerle condón y esta vez me senté en su miembro dándole la espalda, su manos acariciaron mis nalgas al mismo tiempo, luego extendió sus brazo para alcanza mis pecho sin dejar de penetrarme, y ya para terminar me volteó para ponerme sobre el suelo y montarse sobre mí, acelerar el ritmo de sus estocadas y llegar a un segundo orgasmo que culminó este día super sexual para mí...

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