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Selvio


Las Vegas

<hr>Las Vegas

Hoy voy a romper una regla más, esa de que "Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas", hace unas semanas me pase unos días por allá y por la noche salí a explorar el ambiente, mira que en todos lados de cuecen habas...

Llegué a tres video tiendas y en todas encontré actividad, en la primera tenían unos cuartitos bien discretos, con puerta y toda la cosa, me metí en uno de ellos, le puse un dolar a la pantalla, dejé la puerta semiabierta y me desvestí completo y me planté cerca de la puerta para dejar ver la carne de mi trasero a quien se asomara por la ranura de la puerta...

No tardó en llegar un Americano de esos grandotes que no le temen a nada, se metió al cuarto y si mediar palabra extendió sus manos y apretó mis gluteos con afiebrada fuerza...

-Mmm, no dejes de tocarme- le suplicaba entre mis gemidos, su boca se acercó a mi cuello y me lamió los oídos sin dejar de jugar con mis nalgas, se fue agachando detrás de mi y sus labios besaron la redondez de mi culo...

-Mmm muérdemelas- le pedí mientras paraba las nalgas para acomodarlas a su rostro y dejarle el camino lo más abierto posible para que las recorriera sin problemas, en ese juego de caricias fuimos gozando hasta que acabamos en el piso...

-Dame más, dame tu lengua- Y allí su lengua, como si fuera un pene erecto se fué directo a mi agujero, se acomodó en el borde y comenzó a entrar y salir en forma pausada, me hizo suspirar, retorcerme de placer...

-Cógeme con la lengua- el hombre lo hizo así por largos minutos, entonces me puso un dedo a la entrada y me lo fue metiendo, notando con placer como mis músculos anales se contraían y lo encerraban en ese lugar caluroso y tierno...

-Me encanta tu dedo, métemelo así- Su dedo entró y salió de mí tantas veces como se lo pedí, mientras con una mano se acariciaba la verga preparándola para penetrarme y llegar al climax de nuestro furtivo encuentro...

-Ya estas durito, ¡que ganas tengo de tenerte adentro!- Arañándome delicadamente las nalgas se acercó a mi trasero y mostrándome su pene erecto, abrió un paquete verde, de ahí sacó un condón que se acomodó frente a mi mirada ansiosa, abrió mis nalgas con sus manos, se llenó la punta con crema lubricante y comenzó a presionar entre mis nalgas, lentamente, tratando de que mi agujerito cediera y pudiera él entrar a fondo...

-Ábrete chiquito, ábrete para tu papi, déjame metértela- y así empujó un poco más...

-Métemela completa, métemela toda, por favor- así lo hizo, se fue abriéndo camino a la fuerza, sintiendo que todo mi interior se desgarraba de dolor y placer simultáneo, poco a poco entró el pene de ese desconocido en toda su dimensión y una vez que estuvo dentro, comenzó a moverse, entrando y saliendo, entrando y saliendo, al mismo tiempo que yo gemía y le pedía más...

Nunca, desde que había comenzado esto, creí que se pudiera gozar tanto, mi propio miembro goteaba semen ante los empujones del pene de que tenía dentro de mi culo, era como venirme mil veces...

-Más, más, mássssss- era lo único que podía pedirle...

El miembro del desconocido estalló dentro de mi recto y su semen inundó el condón que nos separaba, el hombre sacó su miembro ya flácido, lo limpió con una servilleta de papel, se vistió raudo y silencioso y salió del cuarto dejándome a seguir saboreado, reviviendo en mi memoria los minutos de inmenso placer recién recibidos...

3 comentarios

esmael -

ojala q seas rico pues se tu casa

felipe -

yo haria lo mismo q tu se siente rico como mayonesa el semen yo lo he hecho solamente gemes nada mas te voy a dar mi msn:
felipe_y_18@hotmail.com
para q chateemos o otros gay me despido
felipe hidalgo

felipe -

q bkn lo q hiciste