ALDO, EL ALCOHOL Y SUS AMIGOS:
Aquella fue una de la primeras veces que yo probé un culo con la verga, fué en una fiesta en la casa de Aldo, un actor amigo de Saturnino...
Después de varios tragos, me encontré compartiendo un sillón con el inquieto anfitrión, Aldo me acariciaba la verga discretamente pero poco a poco sus caricias se fueron haciendo más y más evidentes...
Yo me sentía un poco cansado y lo dejé llevar mi mano a su trasero, tenía un culo macizo y perfecto, como un par de firmes y carnosas nalgas divididas por una suave raja en el centro...
Cuando sintió que había ganado mi confianza me llevó a su recámara argumentando que me veía cansado y que me dejaría descansar un poco en su cama...
Me acosté y Aldo se desvistió frente a mí, en el aire se podía sentir una atmósfera de alcohol y sexo...
-¿Que nunca te has cogido a un hombre? me preguntó...
Sintiendo una gran confianza, me fuí quitando la ropa. Al final, me quedé tan sólo con mi truza pero sus palabras me convencieron para que también me despojara de ella, me tomó la mano, me acercó sus desnudas redondeces, le bese las nalgas y entonces se montó sobre mí para ganar acceso a mi miembro con su boca...
Saqué la lengua y seguí lamiendole el trasero mientras él me chupaba el miembro...
-Quiero que me des por culo-
Se levantó un poco para colocarse sobre mi vientre, dándome la espalda, entonces ví su culo abierto y negro en medio de la raja de sus nalgas. Estaba dispuesto para mí, para que yo lo rellenara... Me puse un condón, lo unté con vaselina y coloqué la cabeza hinchada de mi verga a la entrada de ese ansioso culito...
[Lo sé, lo sé... ahora lo sé... condón y vaselina no es buena combinación, pero hace 20 años yo era de los primeros "miedosos" que empezaban a usar condón... entonces no nos habían dicho que la vaselina los dañaba...]
Empujé un poco y mi miembro entró arrancándole un leve gemido de dolor. Mi lanza se deslizó suavemente en su interior y los músculos de su esfínter me apretaron la pija como una presión deliciosa...
Lo ensarté hasta el fondo mientras él se movía pidiendo más... Entré y salí de aquel culo caliente y húmedo, sus huevos chocaban y chocaban con los mios mientras yo le perforaba el hoyo...
Me vine en su recto después de un buen rato de vaivén y a los pocos segundos también él soltó su leche pero en el aire...
Cayó cansado sobre mí y nos abrazamos hasta que los demás tocaron a la puerta para despedirse...
Después de varios tragos, me encontré compartiendo un sillón con el inquieto anfitrión, Aldo me acariciaba la verga discretamente pero poco a poco sus caricias se fueron haciendo más y más evidentes...
Yo me sentía un poco cansado y lo dejé llevar mi mano a su trasero, tenía un culo macizo y perfecto, como un par de firmes y carnosas nalgas divididas por una suave raja en el centro...
Cuando sintió que había ganado mi confianza me llevó a su recámara argumentando que me veía cansado y que me dejaría descansar un poco en su cama...
Me acosté y Aldo se desvistió frente a mí, en el aire se podía sentir una atmósfera de alcohol y sexo...
-¿Que nunca te has cogido a un hombre? me preguntó...
Sintiendo una gran confianza, me fuí quitando la ropa. Al final, me quedé tan sólo con mi truza pero sus palabras me convencieron para que también me despojara de ella, me tomó la mano, me acercó sus desnudas redondeces, le bese las nalgas y entonces se montó sobre mí para ganar acceso a mi miembro con su boca...
Saqué la lengua y seguí lamiendole el trasero mientras él me chupaba el miembro...
-Quiero que me des por culo-
Se levantó un poco para colocarse sobre mi vientre, dándome la espalda, entonces ví su culo abierto y negro en medio de la raja de sus nalgas. Estaba dispuesto para mí, para que yo lo rellenara... Me puse un condón, lo unté con vaselina y coloqué la cabeza hinchada de mi verga a la entrada de ese ansioso culito...
[Lo sé, lo sé... ahora lo sé... condón y vaselina no es buena combinación, pero hace 20 años yo era de los primeros "miedosos" que empezaban a usar condón... entonces no nos habían dicho que la vaselina los dañaba...]
Empujé un poco y mi miembro entró arrancándole un leve gemido de dolor. Mi lanza se deslizó suavemente en su interior y los músculos de su esfínter me apretaron la pija como una presión deliciosa...
Lo ensarté hasta el fondo mientras él se movía pidiendo más... Entré y salí de aquel culo caliente y húmedo, sus huevos chocaban y chocaban con los mios mientras yo le perforaba el hoyo...
Me vine en su recto después de un buen rato de vaivén y a los pocos segundos también él soltó su leche pero en el aire...
Cayó cansado sobre mí y nos abrazamos hasta que los demás tocaron a la puerta para despedirse...
3 comentarios
Rilke -
Selvio -
ahora lo sé...
Pero hace 20 años era de los miedosos que empezaban a usar condón...
Entonces no nos había dicho que no era la mejor combinación...
Gracias por anotarlo...
Anónimo -