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Selvio


LA PALABRA DE NEMESIO:

<HR>LA PALABRA DE NEMESIO: Llegué a la tienda como muchas otras veces, mi presa de ese día, estaba en mi rincón favorito y la grandeza de su miembro podía calibrarse fácilmente a través de sus apretados jeans...

Me le acerqué e inmediátamente me acuclillé frente a él para tener mi cara a la altura de su miembro...

Un par de caricias bastaron para animarlo a dejar salir de su encierro su carnoso pajarote, de entre su truza surgió el tronco de carne, duro por las caricias de mi mano, lo aprisioné entre mis dedos y con gran deseo cubrí la cabeza de ese miembro con tiernos y húmedos besos, luego abrí la boca para dejarlo entrar y llenarme de una sensación de placer que me hizo segrerar líquido lubricante por mi propio miembro...

El hombre empezó a jugar conmigo, lo alejaba de mi boca y luego lo acercaba apenas para permitirme lamerle la punta hasta que repentinamente me lo ensartó hasta la garganta sujetándome por la nuca, por unos segundos me atraganté pero luego comencé a gozar del pene que se había refugiado dentro de mi cavidad bucal... entrando y saliendo con un ritmo sexual el aquel hombre sabía darle a la felación...

El hombre me sonrió con picardía y me pidió que le lamiera las íngles, yo le obedecí mientras mi mano acariciaba su duro y caliente miembro de hombre mundano, después de unas lamidas a sus íngles y sus huevos volví a besarle la verga, con la lengua acaricié todo su contorno, saboree la piel, la recorrí desde la punta hasta la base, luego lo puse dentro de mi boca, lo chupé cerrando los labios alrededor y sin dejar de mover la lengua para darle placer...

Por largos minutos estuve dedicado a satisfacer esa verga y con ello a safisfacer mi propio deseo de mamar...

Me retiré un poco para mirarlo y ví cómo brotaba suavemente el liquido seminal, le dí varios apretones y se la jalé al tiempo que posaba mi lengua sobre la cabeza para recibir sobre ella ese riquisimo baño de semen, cuando soltó toda su carga, le limpié la verga con varias chupadas ansiosas...

Al despedirnos el hombre me dijo que su nombre era Nemesio y me prometió que la siguiente vez que ve viera me iba a dar por el culo y ¿saben que? dos semanas después supe que Nemesio era un hombre de palabra, por que en ese mismo rincón me dió una riquísima culeada...

3 comentarios

la vecinita -

Niño que necesito tu email pera mandarte mi felicitacion navideña..beso voy a a leerte.

lobo -

si esque no hay nada como una palabra recién cumplida..
saludos de rincones sugerentes

elcurioso -

Eso se llama mantener la palabra, excelente relato muy buena mamada...

Saludos