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Selvio

EN EL BAÑO DE VAPOR

EN EL BAÑO DE VAPOR Estaba desnudo y solo en el cuarto de vapor, era muy temprano pero yo sabía que el Colombiano vendría por que me lo había prometido.

A traves del vapor divisé su silueta entrando por la puerta, sin decir palabra se paró en un rincón y se puso a mirarme, habíamos acordado no hablar para hacer nuestro encuentro mas excitante.

Me levanté y caminé al rincón opuesto donde me recargué de cara a la pared, separé mis piernas y levanté mi trasero como muda invitación, me moví con lascivia y me acaricié las nalgas dándome un par de sonoras palmadas, me metí un dedo en la boca para llenarlo de saliva y luego me lo pase por el surco entre mis glúteos hasta llegar a la entrada de mi agujerito para abrirlo y excitarme mas...

El Colombiano se quitó la toalla en la que estaba envuelto y empezó a acariciarse el miembro.

-Sería una lástima que nos limitáramos a esto a estas alturas - pensé

El muchacho pareció adivinar mi pensamiento, caminó hasta mí y me empujó hacía la húmeda pared. Me besó en el cuello y sus labios me excitaron aún mas.

Mientras él me acariciaba el trasero con una de sus manos yo extendí mi mano para acariciarle el miembro y comprobar que estaba listo para lo mejor.

Con el rostro apretado contra la pared casi no me podía mover, el Colombiano puso sus manos bajo mis nalgas y me levantó unos centímetros en el aire. Yo le ayudé un poco parándome de puntillas para que la entrada de mi culo coincidiera con la punta de su miembro, una vez que alcacé la altura correcta, el hombre me penetró bruscamente con su miembro que acababa de erguirse por completo.

Empezó a levantarme y a bajarme rítmicamente mientras yo besaba la húmeda pared y gemía de placer, hasta que despues de varias embestidas ambos alcanzamos el clímax...

-Ven todos los Lunes a esta hora- me dijo suavemente la oído

Fué el primero de una gran serie de Lunes en los que gozamos hasta que cerraron el gimnasio y lo cambiaron a otra ciudad a la cual ya no pude ir.

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