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Selvio


Mi Ultimo Condón.

<hr>Mi Ultimo Condón.

Andaba con ganitas y se me ocurrió pasar al lugar de los encuentros a ver si encontraba algo.

Un americano se masturbaba descaradamente frente a todos, con los pantalones hasta los tobillos y sentado en una silla se acariciaba el miembro con la mayor naturalidad.

Contagiado por su comportamiento yo me le acerqué y mi mano tomó el lugar de la suya para masturbarlo, su miembro era de tamaño mediano, firme y circundado como el de la mayoría de los gringos.

Me invitó a chupárselo y le obedecí con muy poca cautela, la punta de su miembro me llegó hasta las anginas y de inmediato nuestros cuerpos gozaron de esa conección.

Se lo lamí por un buen rato, se levantó y me cedió su asiento, entonces comenzó a cogerme por la boca, mi mandíbula se cansaba de tanto mamar y el hombre no terminaba, otro americano se acercó a mirar de cerca...

Yo me levanté mi trasero, me baje los calzones a media nalga y les ofrecí mis nalgas, el que cogía por la boca me rechazó, solo quería que le hiciera oral, el otro no se animó. 

Despues de muchas chupadas el americano eyaculó salpicándome la cara, mis mejillas y mi frente recibieron gran parte de su descarga, se medio limpio, se subió el cierre y se fué.

Yo me fuí a un rincón a recuperar el aliento y a limpiar mi rostro, el otro americano me llamo haciendo señas con una mano.

Me le acerqué y me dijo "got a condom? I wanna fuck you" sus palabras me emocionaron mucho, busqué en mi bolsillo y encontré mi último condón, se lo dí y caminé hacia el baño, él me siguió cerrando la puerta detras de si, cada uno hizo lo suyo, yo me bajé los calzones, me ensalivé el culo y me empiné sobre el lavabo para entregarle mi carne, él se sacó el miembro, se puso el condón y me tomó por las caderas, sin usar las manos enfiló su tranca al surco entre mis nalgas buscando la entrada de mi ano, la encontró y comezó a follarme.

Sus embestidas me hacian gemir...

-Do you like my cock?- me preguntaba

-I do daddy, I do - yo le respondía -fuck me daddy, fuck my ass-

No dejaba de follarme, no supe ni como pero terminamos en el piso, él encima y yo debajo, cada uno en lo suyo, él un macho y yo un pasivo sumiso y complaciente gozando de sus embestidas que tocaban y electrizaban cada una de las fibras erógenas ocultas en mi interior.

Al salir de allí, y todavía con las piernas temblorosas, me fuí a comprar un par de cajas de condones para tenerlos listos en mi arsenal. (_!_) 

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