Como Su Mujer

El Cubano me llevó al hotel donde trabajaba por las noches, lo hacíamos cada semana pero ya lo necesitaba...

-Métete al cuarto 7 y esperame- me dijo, lo esperé en silencio y al sentirlo entrar al cuarto mi corazón se aceleró, cerró la puerta y se me acercó, se paró frente a mí y me pidió que se la mamara, hasta este momento yo no se la había visto y ahora estoy complacido...

Miro su pinga [como él la llama], grande hinchada, llena de sangre y con ganas de meterse en mi bizcocho [como él lo llama] pero antes quiere que se la recaliente con mi lengua y mis labios, yo no lo pienso ni pregunto nada, simplemente me arrodillo frente a él y abro la boca, me la empuja, me la empuja hasta el fondo y siento una sabrosa asfixia al tiempo que la punta de mi verga segrega un poco de líquido transparente...

En esos momentos sé que estoy en sus manos y hago lo que a los dos nos gusta, por momentos me gustaría tener unos tacones, un brasier y ser su mujer...

Sigo chupándole la verga, mmmm rico, entonces me pide ponerme en cuatro, empieza a lubricarme el culo con el tubito de KY que puse sobre la mesa, ayy... sé que me va hacer suyo sin preguntarme nada, me encanta como me coje ese Cubano, se llena la mano de lubricante y me toma el culo, me mete primero un dedo, despues dos, me besa en el cuello, me da unas palmaditas en las nalgas y se dispone a darme placer, le pido que se apresure, que me culee, que me penetre, le ruego que me la meta...

-¿Quieres sentir este pingón en tu culo?- me pregunta y al tiempo me pega con su pene en la cara, su verga erecta que mide como 8 pulgadas me acaricia el rostro como una serpiente, yo lo disfruto, me siento feliz, ahora me voltea para tener mi culo abierto frente a su pinga erecta y sin mas trámite me penetra, siento que me la mete con fuerza, la mete y la saca, siento con gusto esas 8 pulgadas entrando y saliendo de mi culo, me encanta, le digo que quiero tenerlo siempre en mi culo, que ese culo es suyo, que él es mi dueño, que él es mi marido y que yo soy su mujer...