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Selvio


CON LOS DOS MAS QUERIDOS:

<HR>CON LOS DOS MAS QUERIDOS:

 

 

Selvio lo hizo con sus dos amantes mas constantes, Tulio y Otello, iba con su incontenible cachondez a buscarse un buen bocado a la video tienda cuando su teléfono vibró entre sus pantalones, era Tulio...

-¿Tienes tiempo para venir hoy? Me gustaría tenerte un ratito-

Selvio sintió humedad en la punta de su miembro y ese cosquilleo de su ano a su vientre que le llena el alma de felicidad ante la perspectiva de sentirse ensartado por un firme miembro...

Tulio tenía prisa, lo esperaba desnudo sobre el sofá, con su flácido miembro esperando la humedad de la boca de Selvio, quien se sentó frente a él y sin mas dialogo le beso la verga con suavidad, arrancándole una exclamación de placer...

-Cómetela toda Selvio, mámamela tan rico como siempre-

Cuando la tuvo lo suficientemente dura, le preguntó -¿Vas a querer que te la meta?-
-A eso vine, métemela tan rico como siempre papacito- le respodió parafraseándolo...

Selvio se puso en cuatro, recargándose en el sofá mientras Tulio se plantó detrás de él y le hundió de un solo golpe la verga entera por el culo abierto y caliente...

Selvio gimió con un poco de dolor que se tranformó en placer a los pocos segundos, entonces entre gemidos le pedía más y más de esa barra de carne caliente y dura...

Tulio sabía darle placer a Selvio, sus manos acariciaban la cintura, los pechos y las nalgas del caliente bisexual mientras le dejaba ir todo el miembro entre los glúteos...

Terminó y se fundieron en un abrazo, en el que el frente de Tulio enbonó perfectamente con el trasero de Selvio, se separaron y Selvio salió a la calle con la idea de volver a su casa a descansar, entonces fue cuando su teléfono volvió a vibrar, esta vez era Otello...

-Te espero, si puedes, en media hora, anoche pensé mucho en tí y amanecí con la verga bien parada-

Selvio tenía apenas el tiempo necesario para llegar a la otra ciudad, aquella en la que vivía Otello, y hacía alla se dirigió...

Otello estaba en la regadera
-Ponte cómodo, ahorita salgo-
Selvio de desvistió y espero semidesnudo a su macho mas querido, mientras sus manos estaban bajo su única prenda acariciando sus propios genitales ocultos, se recostó sobre la cubierta de la cama y levantó sus piernas para quitarse el bóxer mostrando su trasero a Otello a quien le agradaba ver esa parte del cuerpo de Selvio, le gustaba por ser angosto, firme y carnoso...

Selvio terminó de desvestirse y Otello se recostó junto a él, Selvio se le acercó y pegó su cuerpo al de su amigo, la parte trasera de sus muslos se adaptó al frente de Otello, pudo sentir sus testículos posándose sobre sus nalgas...

La mano de Selvio tomó el pene de Otello sus dedos reconocieron la forma cilíndrica de ese miembro moreno, era grueso y largo, con gran glande...

El placer iba en aumento y la mano izquierda de Otello comenzó acariciando el hombro derecho de Selvio para luego pasar sus dedos por la columna vertebral hasta apretar gentilmente el glúteo derecho...

Su pene lubricaba en abundancia humedeciendo la mano de Selvio, Otello disfrutaba tanto tener aquel glúteo en su mano que no quería soltarlo, se abrazaron, sus mejillas se frotaban, sus labios besaban alternadamente sus cuellos, sus pezones también se pegaban como si
se fundieran sus pieles...

Selvio tomó la iniciativa y se metió el pene de Otello en la boca para darle una deliciosa mamada, haciendo ruidos guturales,  de humedad, chupándosela con gran gula, provocándole una erección perfecta...

Otello entonces apretó ambos glúteos de Selvio, éste separó las piernas y se acostó quedando a su entera disposición, Otello se puso un condón y acomodó su miembro para que quedara atrapado entre las nalgas
de Selvio, el lubricante facilitaba la fricción de esa carnosidad entre aquellas carnes acariciando el glande y la piel de la entrada del orificio anal y el escroto...

Selvio recibía miles de señales de placer de sus terminales sensoriales ubicadas en aquella zona era mucho y grande el placer, lo llevaba al éxtasis sobre todo cuando Otello le apretaba los glúteos y lo embestía dejándole ir toda la verga...

Otello se puso encima de Selvio y siguió culeándolo, sus manos se entrelazaba mientras seguía entrando y saliendo de él, luego, sin separarse, Selvio que sentado sobre la lanza de Otello, se sentó en la orilla de la cama y Selvio controló la penetración que era fuerte y casi frenética, entonces Otello se levantó y tomando a Selvio por la cintura
lo arrojó sobre la cama para volver a penetrarlo, esta vez con la intención de derramar en su recto toda la leche que había estado destilando en los últimos dias...

Duro y duro siguieron las embestidas, ambos cuerpos estaban mojados de sudor, ambas gargantas emitín los sonidos de una cogida
interminable, gruñidos del macho, Otello, y gemidos feminoides del sumiso, Selvio, hasta que Otello cayó vencido al vaciar toda su bravura dentro de Selvio...

Se abrazaron por largos minutos, sintiendo sus cuerpos convulsionarse de placer post-coital, Selvio nunca le dira de donde venía y nunca le preguntará donde aprendió a coger con tanta fuerza...

3 comentarios

rober -

gracias, me ha gustado este relato...el detalle de vuestra sesión, casí puedo sentirlo en mi propio cuerpo y desde luego me encantaría sentirlo!!! gracias....un húmedo seguidor

tilo -

m gusto mucho tu relato :)

C Sh -

Me ha gustado tu relato. ¿Por qué este macho es tu macho preferido? ¿Por la mezcla de ternura y rudeza? Hubo un tiempo en que a mí eso me volvía loca. Supongo que lo que ahora yo soy.