OTELLO, OTELLO, COMO TE QUIERO:
Han pasado mas de 2 semanas sin vernos y por fin, esta mañana,
el teléfono sonó y Otello, con voz cachonda, me invitó a su departamento...
Como siempre que él me llama, mi alma estalló en jubilo y mis piernas
temblaron ante la posibilidad de sentirme penetrado y lleno de placer
por ese moreno que tanto me excita...
Su cuarto estaba preparado, ya saben: media luz, video erótico en la TV,
Stay-Hard sobre el buró acompañado de un trio de condones de sobre azul,
mis favoritos, la dureza entre sus piernas era una promesa de un delicioso
encuentro...
Despues de nuestro abrazo de saludo nos acomodamos sobre la cama,
su miembro encontró abrigo en la humedad de mi boca, con él me acarició
el interior de las mejillas, la lengua por encima y por abajo, los labios y la
garganta misma, luego sostuve con la mano su largura mientras mi lengua
se aventuró sobre sus velludos y negros huevos, debajo de ellos continua
el tronco de su miembro que termina por esconderce casi al llegar a su ano,
pero le di unas mordidas a esa carne durisima que surge en ese punto,
se encuentra con el escroto y sigue firme hasta llegar a la cabeza caliente,
estaba bien parada, sus venas saltadas palpitaban en mis labios y yo
sentía el palpitar de su corazón ardiente bombeando sangre para mantener
esa erección...
-¿Me la mentes ya?- le pregunte en un ruego
-Desde anoche he estado pensando en ti, en tu cuerpo, en tus blancas nalgas
que son mias- me dijo de manera casi poética...
Le puse la cremita, le puse el preservativo, me tendí sobre la cama de cara
a la pantalla de la TV y separé las piernas para darle acceso a mi cavidad
erótica, me abrazó y me penetró ararncandome un gemido de franco dolor, me
lastimó mucho
-¡Ayy! sácala, sácala que me duele- le pedí y él, apenado y presuroso, retiró
su duro miembro de mi agujero, poco a poco me recuperé mientras seguía
bajo su abrazo y su lengua se metía en mi oído pidiéndome perdón por haberme
lastimado...
Tratamos de nuevo y me cogió suavemente por unos segundos
-Te voy a coger así- me dijo mirando la pantalla donde una rubia nalgona se sentaba
sobre la verga parada de un cabrón...
Se acostó sobre la cama y yo me monté sobre él, separando las nalgas para que
me clavara desde abajo y me penetrara como nunca me la había metido él,
¡Que rico cabalgarlo de esa manera! una y otra vez dejé caer todo mi peso sobre
su dura lanza que me entraba hasta adentro y me llenaba de felicidad...
Me fui haciendo de lado para que me siguiera culeando en otra posición, por unos
segundos mis piernas estuvieron sobre sus hombros, luego me fue voltando sin
sacármela, hasta que sus huevos golpeaban una de mis nalgas mientras seguía
penetrándome, terminamos en nuestra posición favorita, sus manos me afianzaron
de la cintura y aceleró el mete-y-saca hasta alcanzar el climax dentro de mi,
cayó agotado sobre mi, sin soltarme de su abrazo, mi cuerpo se convulsionó
gozando de eso segundo de placer mientras lo sentí retirarse, el condón estaba
bien cargado de leche...
Otello, Otello como te quiero, nos vemos la semana que viene ¿sí?
5 comentarios
CrAzY -
Jeje entra a mi blog para que sepas de que hablo!... Besos!!!
TU ADMIRADORA -
Fumador -
antropomorfo -
CrAzY -
Miles de besos!!!