MI MORENO ME EXTRAÑABA:
Se los voy a contar rápido; le llamé por la mañana sólo para saludarlo y al oírlo pude adivinar que me extrañaba, me preguntó que si hoy sí podíamos vernos, me dijo que me necesitaba, la verdad es que oirle decir eso me excitó mucho y le prometí llegar a su departamento en dos horas... como siempre, me esperaba semi-desnudo y bajo su truza verde su erección era más que evidente... una verga tiesa, negra, gorda, con un intenso y delicioso olor a colonia cara, me abrazó, se la cogí con la mano... al oído me dijo algo en voz baja, no sé lo que dijo pero no importa... lo que sé es que le gusta lo que le hago... Me agachó y él lleva su verga hacia mi boca, yo abro bien los labios y me trago primero la punta y después el resto del falo poco a poco, sin mover la lengua, cuando la tengo toda entera dentro de la boca, la dejo quieta y siento que mi Moreno se mueve intentando meterla hasta mi garganta... se mueve mientras succiono con fuerza, sintiendo la punta de su verga tocar mi campanilla...
Me sujetó por la nuca haciéndome abrir la boca, introduciendo su pene hasta la mitad, mis mandíbulas abiertas al tope, me la sacó y me dijo que se le chupara los huevos, lo hice por que sabía que con eso su erección sería más duradera a la hora de que me bombeara por el culo, sus manos masajeaban mis hombros, mi espalda, mis pechos y mis nalgas, que rico sentir sus caricias...
Después de estar chupándosela un rato, mi Moreno me tumbó sobre su cama diciéndome que me iba a hacer suyo, que él iba a ser mi marido... abriéndome de piernas situó su miembro en mi entrada, siempre es cuidadoso pero me gusta pedirle que sea bueno conmigo... -Sácala por favor, métemela despacio, así gozaremos los dos- -Toma mi amor, te voy a dar toda mi leche- -despacio que me vas a romper el culo- mi orificio se adaptó a su presencia y entonces su mástil se metió e hizo presión en mi interior, yo sentía ese delicioso dolor que me enloquecía de placer, era irresistible, pensé que me desmayaba y él seguía en su empeño, de repente me dió un empujón que me hizo ver las estrellas me la metió hasta hacerme sentir sus huevos en mis glúteos.
-Ahhh, dame más papacito- -ya voy a terminar, déjame terminar, luego me la mamas y te la vuelvo a meter ¿sí?- -la otra vez me dijiste lo mismo- -esta vez sí te cumplo- otros dos empujones y lo sentí llenar el condón de mecos, nos abrazamos y gozamos de la venida... nos abrazamos y descansamos un poco, se la volví a chupar pero estaba agotado y ya no pudo volver a cumplirme, no me importó, ya la habíamos pasado muy pero muy bien...
3 comentarios
Mirko -
Elsebas -
www.gaydar.co.uk/sebas_80
Juan -
¡¡ Tú si que sabes poner caliente a un tío !! Menuda erección me has causado con tu post jejeje :)
Un beso