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Selvio


Al Cinco Letras [solo adultos]

<hr> Al Cinco Letras [solo adultos]

Lo conocí en la tienda, nunca antes lo había visto por ahí, nuestras miradas se cruzaron,él pareció desconfiar pero yo supe que era un hombre en busca de placer, me plante en la cabina de enfrente, me baje los pantalones coquetamente y le mostré mi trasero...

El me miro sin perder detalle, su mirada pedía mas, me separé un poco las nalgas para que mirara mi aberturita, alguien entró y yo me vestí rapidamente y me senté a evaluar al recien llegado, era de los de siempre...

Fui y caminé por el pasillo para pasar mas cerca de el y verle el paquete pero al acercarme el hombre me agarró de una nalga, me sentó sobre sus piernas y a traves de nuestras ropas pude sentir la dureza de su miembro...

Me acarició las nalgas con su erección y las tetillas con las manos, todo al mismo tiempo queme robaba un beso en la boca, me sentí deliciosamente acosado, como una de esas meseritas de cantina, me hizo vibrar de emoción...

Me pidió mi telefono, me dijo -Aquí no, vamos a un hotel- le di mi número y se fué, yo me quedé recuperando el aliento y confundido ...  

A los pocos minutos me llamó y me dijo que quería pasar un rato conmigo, si yo se lo permitía, yo me derretía, salí y me llevo al hotel, y digo q me llevo por que él lo pagó, desde ahí ya ibamos mas que bien, al entrar me beso lentamente y yo me fuí desnudando durante el beso como buena puta que soy...

Dijo que me iba a dar un masajito, me acosté boca abajo, él comenzó a deslizar sus manos suavemente por mi espalda, desde la cintura hacia el cuello y viceversa, con suavidad pero con firmeza, lo único que se podía oír eran mis gemidos de tímido placer anticipando lo que yo esperaba que llegara...

Ya estabamos desnudos, solo a mi me quedaba puesta mi tanguita, chiquita y que dejaba al descubierto mis nalgas por completo y él me decía que estaban deliciosas, grandes, que le encantaban y al momento de decirlo, me tomaba como confirmando con sus manos lo que veían sus ojos, eso me excitaba mas aún, instintivamente levanté mis caderas en señal de asentimiento para que él no dijera nada y solo continuara, y así lo hizo, primero suave, solo masajes alrededor de mi tanga pero luego la hizo a un lado y comenzó a acariciar la abertura entre mis nalgas, yo ardía en deseos de que me penetrara, fue entonces cuando comenzó a besarme las nalgas y lamer mi culito y a pasar sus dedos también por él, entonces me sorprendio preguntandome "¿puedo…?" 

Apenas me salió un "sí" desesperado porque me moría por sentirlo dentro de mi, que metiera su verga en mi ano y me cabalgara frenéticamente, quería ser la puta más puta con él, saciarme de verga, de placer, de calentura, él me tenía a su merced, yo me contorsionaba con el placer que me provocaba cada una de sus caricias...
Cambiamos posiciones, me puso a la orilla de la cama y me la ensartó por atrás mientras con su mano me daba palmaditas sobre las nalgas que me hacían vibrar, gemir, gritar, me monté en su verga, me puso en cuatro patas, me cogió como perra, me tomaba con sus manos firmes y sentía que se me iba el aire con cada una de sus embestidas, hacía que mi propio miembro destilara tímidas gotitas de semen de pasivo, jamás pensé que sería capaz de sentir tanto placer, no quería que acabara nunca, perdí la noción del tiempo y del espacio y sólo estaba ahí, recibiendo la mejor cogida de mi vida a manos de alguien que apenas conocía...

Me ensartó su verga una y otra vez, con violencia, con suavidad, me cogió despacito y luego rápido como si se le fuera la vida en ello...

Pasaron no se cuantos minutos hasta que lo sentí venirse y fué glorioso, él acabó en mi, nos dejamos caer en la cama, sudados, temblorosos, todavía sentía como palpitaba su miembro dentro de mi recto, y ahora, al escribirlo y recordarlo, siento mi pequeño miembro endurecerce y gotear un trasparenteliquido preseminal esperando volver a sentir, a vivir, la magia y el descontrol que me hicieron sentir las caricias de ese hombre.

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