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Selvio


Mi Encuentro con Leovigildo [parte 2, solo adultos]

<hr>Mi Encuentro con Leovigildo [parte 2, solo adultos]
¿Se acuerdan de Leovigildo?
Pues bien les voy a terminar de contar lo que paso aquella vez. Ya había descansado un ratito después de que me llenó la cara y la boca de calientes y espesos mecos, nos habiamos preguntado: ¿Y ahora que?...
 
Leovigildo me miró y me dijo -¿Te la meto?-
Uy... en aquel momento pasó por mi mente la deliciosa idea de que aquel macho me hiciera suyo... por supuesto que quería que me cogiera, ahí mismo... quería sentir su escultural verga dentro de mi culo... 
 
Un nervioso -Sí- fue mi respuesta, nervioso mas por las ganas que por cualquier miedo... luego luego me voltee y le entregué el control de mis redondas nalgas...
 
-Dámela pues- le supliqué… -Dámela despacito- 
Leovigildo me acomodó de perrito en el sofá y con sus recias y callosas manos separó mis nalgas, le alcancé un tubito de lubricante y me lo untó con cuidado en la ranura del culo...
 
El hombre se acomodó detrás de mi y abrió de nueva cuenta mis nalgas, acopló la punta de su durísima verga a la cerrada entrada de mi agujerito... movió su tranca de un lado a otro para que el lubricante entrara en mi ranurita... con la cabeza de su miembro esparció el líquido y presionó un poco... así, lentamente me la fué metiendo... mi culito se abría para recibir con un poco de dolor ese miembro hasta que entró y me arrancó un leve gemido de dolor...
 
Leovigildo no me la sacó sino que me dio una cariñosa nalgada y dijo -Ya entró tantito... aguántala-... Su miembro era grande de verdad, me sentía un poco incómodo... me dolía y quería que me lo sacara para que los tejidos de mi ano se recuperaran... tenía dentro ese pedazote de carne que palpitaba... me dí cuenta de que no me la iba a sacar, así que lentamente fui yo quien comenzó a moverse...
 
-Así... cómetela toda...- dijo Leovigildo... poco a poco mi culito se fue acostumbrando a ese chilote y se lo fue tragando... él separaba mis nalgas para mirar como su miembro se perdía en el interior de mi tembloroso cuerpo... yo sentía como los pliegues de mi ano eran acariciados centímetro a centímetro por el tronco de esa verga tiesa y caliente... por momentos mi anillito se apretaba queriendo expulsar al instruso... sentía un poco de dolor, pero a la vez un inmenso placer...
 
Ya casi tenía mitad de la verga adentro...
-Aflojate mas... ya casi la tienes toda adentro- me decía... al fin me la clavó toda... era una sensación de placer pleno... ya tenía ese grueso camote enterito adentro de mi... mi culito lo apretaba... Leovigildo gruñía como los machos cuando gozan...
 
-Tienes un culo delicioso...- entonces me aferré como pude al respaldo del sillón y le dije -Cógeme pues papaito... cógeme...- Leo comenzó a moverse lentamente, sacando y metiendo su verga de mi culito... Yo gemía de placer y él hacía lo mismo... poco a poco fue arreciando sus movimientos y le pedí que me diera un poco mas despacio pero el muy canijo comenzó a cogerme mas fuerte... no oía razones... su verga caliente me raspaba el culo... sus gruñidos de macho se confundían con mis gemidos feminoides... mis piernas comezaron a flaquear, no me respondían... me dejé caer y Leo cayó encima de mí... estaba totalmente a su merced, boca abajo dejando que ese macho gozara de mi culo...
 
Leovigildo me enterraba su verga hasta el fondo haciéndome gritar de placer, me daba gran felicidad con todo lo largo de su candente hierro dentro de mi y sus peludos huevos chocando incontrolables contra mis nalgas...
 
Que momentos tan placenteros y apasionados, le mordia los brazos le pedía mas y mas, intercambiamos frases lascivas y amorosas, por momentos éramos los mas eróticos amantes y por momentos éramos no mas que un cabrón cogiéndose al mas puto de los maricones...
 
Así y así hasta alcanzar el climax simultáneo... Leo vació su pasión y lujuria convertida en leche sin dejar de culearme y yo regué mis mecos sobre la superficie del sillón gimendo de gusto y dolor. Nuevamente nos abrazamos al momento que me pedía que la próxima vez me dejara coger sin condón...
 
-Lo que tú quieras Papacito- le dije, una y otra vez....

2 comentarios

ALEJANDRO -

DESEARIA Q ME MANDARAS FONTOS TUYAS DESNUDAS CON TU DELICIOSOS PENE PARA DISFRUTARLAS

Isabel Dhampir -

Oh, esa historia me dejo lista. Lastma que mi amante no este aqui ahora mismo, tendre que recurrir a mis dedos.GRACIAS.