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Selvio


Mi Encuentro con Leovigildo Restrepo [Sólo adultos]

<hr>Mi Encuentro con Leovigildo Restrepo [Sólo adultos] Leovigildo Restrepo trabajaba en la construcción, lo conocí afuera de la tienda de videos... era un chilango muy platicador, me contó mucho de su vida y aventuras en un ratito mientras manejaba en camino a su casa, me había pedido "un aventón", era tarde y ya no había autobuses...

Vivía en un cuarto separado de una casa a la orilla de la ciudad, me invitó a pasar para seguir platicando... intencionalmente llevé la plática al tema sexual... el tipo no era lo que se dice bien parecido pero tenía su atractivo...

¿Alguna vez te la ha mamado un hombre?... le pregunté... y como buen chilango me contestó quitado de la pena
-Sí, a huevo... los puñales maman la verga de poca madre- ¡Ay wey! ¿Pues cuántas veces lo has hecho?...
-Dos o tres... ¿Y te los has cogido?... Simón.. y entonces comenzó a contarme con detalles mientras se acomodaba la verga entre los pantalones...

-¿Te gusta la verga? me preguntó a boca de jarro.... Yo sonreí y asentí con la mirada... Leovigildo sonrió y lentamente fue sacándola y para luego preguntarme... ¿Quieres mamármela?

Tenía la verga bien parada... me arrodillé frente a él... Mmm... era una verga gruesa, larga y colorada en la punta... una verga muy bonita... larga y gruesa...

Mí boca no tardó en lamer su cabecita y ésta me regaló un chorrito de semen transparente y saladito... Me la metí lentamente a boca... casi me ahogaba... Leovigildo sopló de gusto y me tomó del pelo para poder manejar la situación... movía mi cabeza lentamente hacia su verga haciendo que su bello instrumento entrara y saliera... mis labios la aprisionaban... Definitivamente era una verga que sabía a gloria... la mamé como sólo un experto puede hacerlo arrancándole a Leovigildo gemidos de placer...

-¿Te gusta?, le pregunté.... su respuesta era obvia... -¿Qué bonita verga tienes?... sólo sonrió...

-¿Dónde te quieres venir?... ¿Dónde quieres... en mi boca... en mi cara?... ¿Dónde quieres echarlos?... mientras le mordía la cabeza de la verga y le daba lamidas a todo lo largo... su verga papitaba dentro de mi boca...

-¡Estás bien cargado!, le dije... me gustaría que me los echaras en la cara... Leovigildo sonrió gustoso... se levantó del sillón... se bajó los pantalones para poder abrir las piernas... yo me acosté en el sofá y él se sentó en mi pecho, dándome a mamar su tremenda verga... abrí los labios boca y se la mamé suavemente... su verga comenzó a hincharse dentro de mi boca... Leovigildo apresuró su respiración... estaba por venirse... sacó de mi boca su verga y la tomó con una de sus manos haciéndose una rápida chaqueta... sopló fuertemente y dijo entre dientes -Yaaaa.... yaaaaa....- Uyy entonces una pesada descarga de leche blanca brotó sobre mi cara... un chorro se impactó contra mi frente... otros contra mis ojos... mi nariz y mi pelo... me soltó varios lechazos... yo oía solamente su respiración agitada mientras su verga terminada de deslecharse...

-Yaaaa.... yaaa...- dijo nuevamente y comenzó a reír... mi cara había quedado completamente embarrada de su blanca y rica leche... sus gotas de mecos comenzaban a caer sobre mi frente y mi nariz... Yo abrí la boca instintivamente y me dio a lamer su medio flácida verga... succioné las últimas gotas de leche... Yo no podía abrir los ojos los tenía llenos de engrudo pero oía a Leovigildo soplar y reír tímidamente... me quité los mecos que tenía en los párpados y abrí lentamente los ojos... con la mirada nublada lo ví jugando con su miembro ya flácido... abrí la boca y saqué mi lengua para tragar todos los mecos que llegaban hasta ella... con mis manos me quité los lechazos que tenía en la frente y comencé a lamer mis dedos para saborear tan rica leche...

Leovigildo me dijo entonces ¡No mames cabrón...!... ¡Nunca me había venido así!.... Yo sonreí... ¡Estás todo lleno de leche!... seguí lamiendo mis dedos tratando de limpiar mi cara lo mejor posible, evitando desperdiciar ese delicioso jugo seminal...Se sentó en otro de los sillones y me comenzó a platicar... su respiración todavia no volvía a la normalidad... -¡Que rica mamada!, fue lo primero que dijo.... ¡La mamas bien chingón!... ¡Nunca me había venido así y estuvo bien chido!... Yo me levanté y me terminé de limpiar...

-Canijo... estabas bien cargado de leche- le dije... El sonrió y me dijo -Cabrón, llevaba un chingo sin venirme-... -Que rica verga tienes-... Sólo sonrió ante el cumplido... los dos nos quedamos en silencio como diciendo ¿y ahora qué?...

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