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Selvio


El Super Semental Negro

<hr> El Super Semental Negro

Llegué a ese sitio que parece existir solo para procurarme placeres, había poca gente y solo me mordí los labios frente a un moreno que me miro de marera altanera y no pareció interesarse por mis "servicios".

Me fui a un cubiculo de los de enmedio y me puse a mirar porno, el hombre caminó hacia el fondo y al volver de regreso me miró, como quien mira a un cuerpo a quien desea penetrar.

Lo seguí y al llegar lo encontré con el miembro de fuera, recargado sobre la pared, me puse en cuclillas y me metí su grueso y moreno miembro en la boca, mi lengua lo recorrió ensalivandolo y poco a poco se endureció acariciando el interior de mis mejillas, mi lengua, mi paladar y mis anginas.

El miembro fue creciendo y endureciendoce haciendole honor a su herencia africana, bien grande, bien grueso, bien excitante.

El hombre caminó hacia el interior del cubículo, le seguí desfajándome los pantalones y cuando llegué a él ya traímos los calzones a mitad del muslo, él para ofrecerme su miembro y yo para entregarle mis nalgas.

Me incliné para volver a mamarle la verga y él acarició mis nalgas, calibrando su firmeza y luego explorando mi abertura anal, metiendome uno de sus dedos.

Se sentó en un rincón llevándome con él, prendido de su miembro, sin dejar de saborear su deliciosa tranca y ya con el trasero descubierto yo deseaba mas que nada que me penetrara con su deliciosa hombría.

Despues de unos minutos en que su miembro se puso tan duro como un pistón, me ensalivo el ano y me penetró lentamente, dejándome gozar de cada pulgada y entrando mas y mas siguiendo el ritmo de mis gemidos.

Poco a poco hasta que me la metió toda, entonces comenzó a bomberme, una y otra vez su miembro entro y salió d mi cuerpo, acariciando rincones insospechados de mi recto, haciéndolo extenderse para acomodar su firmeza y gran tamaño, tocando mi próstata y haciéndome eyacular de a poco, dandome orgasmitos como los que seguro tienen las putas.

Chorros y chorros de mi semen escapaban de la punta de mi clity y mis gemidos atraían a mas y mas mirones, el saberme observado y seguramente ennvidiado me excitaba mas y mas.

Algunos nos miraban con envidia, otros con lujuria, unos pocos con admiración y en algunos se notaba la incredulidad, como ese gran miembro negro se metía en mi agujerito estaba mas alla de su campo de entendimiento.

Gozamos por largo rato hasta que me inundo con un rio de leche caliente y espesa cuya abundancia excedió la capacidad de mi recto, un chorro escurrio por el interior de mi muslo hasta mi rodilla, el hombre la sacó, se la guardo y y se fue dejandome con el hoyito bien abierto, respirando el fresco aire acondicionado del lugar y mi cuerpo cansado solo atino a relajarse ante la mirada de todos.

Por poco mas de un minuto los deje mirarme en ese estado, me levanté, me limpié y me vestí antes de salir satisfecho de ese lugar. 

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