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Selvio


Un Desconocido Más [solo adultos]

<hr><p>Un Desconocido Más [solo adultos]

El hombre que acababa de conocer en casa de las orgías me acariciaba con suavidad, me trataba como a una noviecita, estaba como hipnotizado por mis nalgas enmarcadas en mi tanguita guinda...


Estaba enfocado a masajearme entre las piernas y comenzó a rozar sobre mi tanguita, yo guardé silencio pero levanté mis caderas para que él siguiera con sus planes y así lo hizo...

Primero suave, solo masajes por sobre mi tanga, recorriendo la hendidura que separa mis nalgas, pero luego hizo a un lado la tanga y siguió con sus dedos por entre mi ranurita, alcanzando mi hoyito, lo cual despertó en mí las ganas de tenerlo dentro...

Pero entonces comenzó a besarme las nalgas y lamer mi culito... me quitó la tanga que era la única prenda de "vestir" que había entre los dos...

-¿Puedo…?- me preguntó por puro trámite y a mí apenas me salió un "sí" ansioso porque me moría por sentirlo dentro de mi, que metiera su verga en mi anillito y que me cabalgara frenéticamente...

Quería ser la putita más puta para él, saciarme de verga, de placer, de calentura, me tenía a su merced, sus caricias hacían que me contorsionaba de placer...

Me puso a la orilla de la cama y me ensartó su virilidad por atrás, me abrí de piernas para recibirlo entero, me tenía en cuatro, me cogió como a una perra, me tomaba por la cintura con sus manos firmes y embestía mis nalgas como un macho de verdad...

Mis rodillas temblaban, sentía desfallecer, la tenía bien grande, bien dura y con ello me regalaba gran placer, era tanto que yo no quería que acabara jamás...

Perdí la noción del tiempo y del espacio, sólo estaba ahí, recibiendo la mejor cogida de mi vida a manos de alguien que apenas conocía...

Me jincaba su verga con violencia, sus huevos chocaban con mis nalgas, luego cambiaba de ritmo, por ratitos me cogía despacito y luego rápido como si se le fuera la vida en ello...

Hasta que lo sentí eyacular dentro de mí, soltaba chorros de ardiente semen que me quemaban, era tanto que empezó a escurrir por mis muslos...

Nos dejamos caer sobre la cama, sudados, temblorosos, todavía sentía como palpitaba su miembro dentro de mi recto, despues de descansar unos minutos, se levantó, se vistió y se fué diciendome -gracias- al oído...

Solo al verlo salir recordé que ni siquiera dijimos nuestros nombres...tal vez sea lo mejor para los dos (_!_) 

 

3 comentarios

sebas -

Selvio, a veces no aclaras si usas preservativo o no? por otro lado, que se siente tener un pene en la cola? (te lo pregunto porque estoy queriendo probar)

Selvio -

gracias por el comentario, me alegra q te guste mi blog

Edu Barra -

Un corto directo. El sexo por el sexo, sin nombre ni apellido, entre la puta perra y el macho follador. Sólo cuerpos y ardores, pieles y humedades: el alma queda indemne.

PD.- Acabo de hallar el blog.